- Conoce a tu cliente.
El primer paso para crear contenido de valor implica pensar: ¿para quién?
Es necesario analizar a nuestro posible cliente para entender que se puede resaltar o promover para satisfacerlo en su búsqueda.
Debes pensar qué quiere hacer el cliente, si quiere vender o comprar. Esto te ayudará a identificar los aspectos positivos y negativos de tu estrategia de contenidos actual.
Otro punto importante requiere entender porqué los clientes quieren lo que quieren. Esto no significa tener que “adivinar” su voluntad, sino estudiar la conducta de los usuarios.
- Ponte objetivos.
El principal objetivo para lograr visibilidad es llamar la atención.
Lo ideal es hacer viral tu contenido. Si tu contenido es bueno y, además, se encuentra por todas partes, lograrás un aumento considerable en la conciencia sobre la marca.
Otro punto a tener en cuenta al momento de crear contenido de valor, puede ser educar mediante el contenido. Se trata de proporcionar valor y valores a la audiencia.
Por otro lado, debes fomentar las acciones, fomentar las ventas.
Seguir estos pasos va a colaborar en la generación de tráfico. Puedes atraer una nueva y gran audiencia. Nuevos clientes, sin descuidar los viejos.
- Conéctate con el cliente.
Un parte importante se basa en encontrar cómo conectarte con el cliente y sus intereses.
Podemos hablar del contenido en el sentido educativo, dar información útil que aporte valor y conocimiento sobre una cuestión importante a resolver.
Debes enlazar tu contenido con las últimas noticias. Además, es recomendable personalizar la información que brindes. Esto nos lleva de nuevo al primer punto, conocer al cliente para saber qué ofrecerle.
Un método muy utilizado para llegar al cliente es conectar el contenido con la vida real.
A su vez, los conceptos que desarrolles se vinculan con otros y siempre debes buscar la sorpresa, la originalidad, el valor.
- Despierta sensaciones.
Movilizar los sentimientos del lector a través del contenido. Sí, hay personas detrás de las máquinas y aunque a veces no se note, tienen corazón.
Entre las emociones a las que puedes apelar, está la del humor. Hacer reír al lector es importante para lograr que se sienta a gusto.
Debes lograr que el lector se enamore de tu contenido, que sea tan sorprendente que lo deje conmocionado. Un contenido vulgar, repetitivo y poco pensado no logrará ni un bostezo por parte del cliente.
La propuesta implica que el contenido aporte valor y también ruptura. Sorpresa.
Incluso lograr que el usuario recorra sentimientos como el miedo, molestia e incluso asco.
Lo importante es movilizar sentimientos mediante el contenido.
- Confirma el valor de tu contenido.
Debes corroborar que el contenido aporta valor al cliente. Para esto puedes empezar por analizar si el mismo responde a una necesidad, si es la solución a un problema.
Es necesario pensar si este contenido cumple un deseo. Es decir, si el contenido ofrece información interesante, valiosa y única. La idea es que tu cliente se encuentre encantado con lo que ofreces.
El contenido es el rey.
Pero un contenido que no se basa en el conocimiento sobre el cliente es un rey desnudo.